jueves, 25 de noviembre de 2010

Las Marcas

   Entre los elementos que integran el patrimonio de los operadores del comercio internacional, existen algunos de gran valor económico que no recaen sobre cosas corporales sino en materiales.
   El mecanismo básico para la tutela de los signos distintivos es la marca. Se entiende por marca todo signo o medio que sirve para distinguir en el mercado los productos o servicios de una persona de los productos o servicios idénticos o similares de otra persona. El signo o medio que se adopte como marca puede ser denominativo, gráfico o emblemático, mixto y tridimensional.

         El signo o medio que se adopte como marca puede ser:
-         Denominativo: una palabra o combinaciones de palabras.
-         Gráfico o emblemático: imágenes, figuras, símbolos y gráficos.
-         Mixto: combinación de signos denominativos y gráficos.
-         Tridimensionales: los envases.


   Junto a las marcas, en la normativa internacional y en la Ley de Marcas goza también de reconocimiento el nombre comercial como modalidad de derecho de propiedad industrial sobre signos, que identifica a la empresa en  el tráfico mercantil, mientras que la marca va referida a sus productos o servicios. El nombre comercial guarda una estrecha relación con la denominación social y, aunque entre ambos existen significativas diferencias y sus registros son independientes, se observa una significativa tendencia en la jurisprudencia española a considerar ambas instituciones incompatibles, de modo que en caso de conflicto debe prevalecer el titular más antiguo de cualquiera de ellas.
   Las funciones de la marca, con carácter general, son:

a)      Indicadora de la procedencia empresarial de los bienes.
b)      Indicadora de la calidad de los bienes y condensadora de la reputación de la empresa. 
c)      Publicitaria.

 Tras esta breve explicación del contexto en el que se mueven las marcas, que aunque parezca aburrida es indispensable para la posterior reflexión que podamos realizar, hay que observar, que en todo momento la marca hace referencia a dos ámbitos claros en las marcas: el jurídico (protección) y el económico (lo que se obtiene).
 Es evidente que las marcas tienen una gran importancia en el ámbito empresarial porque suponen riqueza inmaterial de la que se obtiene beneficios y de la que los empresarios de este planeta no están dispuestos a renunciar. Pero además, la importancia de las marcas reside en los valores o ideas que se transmiten a través de ellas.
 El ejemplo más claro que voy a poner es el de la emblemática Corporación multinacional de Atlanta (Georgia, USA), CocaCola. Millones de personas en el mundo beben la famosa bebida azucarada de esta compañía desde hace décadas, y que ha conseguido que todos tengamos y compartamos una visión generalizada de esta compañía a través de su marca.
 Pero no solamente han conseguido eso, sino que hasta el mismísimo Santa Claus ha cambiado su vestimenta para adaptarse a este famoso refrigerio. Y es que Santa Claus en sus orígenes utilizaba prendas de color verde y blanco pero en los años 30, Cocacola consiguió que Papa Noel cambiará los colores de sus ropas por los de la compañía (rojo y blanco)




Cerca de un 48 % de la población asocia esta marca a la felicidad, y eso lo han conseguido tras años de publicidad que ha permitido asociarnos esa idea en nuestras mentes. Por lo tanto, ¿Qué poder tienen las marcas? Eso debe responderlo cada uno de nosotros, y en el descanso de esa labor...




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